jueves, 15 de agosto de 2013

El aprendiz de emprendedor

Este verano me he enganchado a la serie de TV "Fast and Loud".

He visto, en versión original, algunos capítulos y, sus protagonistas, quitando su dura imagen de músicos ZZ TOP, llaman la atención por, primero, que tienen una voz que nada tiene que ver con las de los actores de doblaje españoles (hablan siempre suave y amablemente) y, segundo, dejan claro que hacen lo que más les gusta. Aquí me muero de la envidia.

La verdad es que tiene poco de novedoso que yo me enganche a nada automovilístico porque, ya durante el verano pasado,  ví en la TDT todos los episodios de Top Gear que pude (serie británica acerca de automovilismo y que, además, disfruté viendo acompañado de mi madre al que le encanta el irónico humor británico). Overhouling (americanada total donde una tía buena a veces parece colaborar llevando un destornillador de acá para allá y todos los que aparecen son buenos, simpáticos, guapos y perfectos). Pimp up my car (menos americanada, pero más simpática, aunque hacen unas tonterías a los coches que para qué voy a contar), y la versión española "Tunéame el coche" (también simpática pero que da paso a lo que yo llamo la nueva españolada televisiva, que con Telecinco y sus m...aravillas no hacen más que engrandecer el cine español y entre otros muchos a los actores Sazatornil, Toni Leblanc, José Sacristán, José Luis López Vázquez y Alfredo Landa). Y por fin, "Joyas sobre ruedas" que en sus primeras sesiones eran más didácticas para compradores de coches de segunda mano y en las últimas más comerciales.

Mi amigo Mani se mantiene en decirme una y otra vez que tanto el primero, Fast and loud, como el último que menciono, Joyas sobre ruedas, son hobbies que no se pueden mantener, que todos los aficionados a los clásicos saben que se pierde dinero al reparar o restaurar una vieja gloria y que nunca acabas de recuperar la inversión. De hecho, anteayer me envió extasiado un whatssapp comentando en el JSR habían restaurado un pequeño todoterreno perdiendo dinero

Vayamos por partes:
  • F&L y Joyas son negocios llevados por  profesionales del sector
  • su negocio es vender rápidamente lo que acaban de comprar y/o reparar (F&L muchas veces parece, digo parece, vender el coche según lo localizan en alguna granja abandonada) Nunca almacenan los coches. No hay sentimentalismos que valgan
  • disponen de  talleres bien surtidos de herramientas de pequeño y gran tamaño incluida grúa para motores, fosos y elevadores
  • siempre hay varios socios: uno o varios son mecánicos(ingenieros) y el otro solo se dedica a publicar y vender (comercial)
  • conocen el mercado. Buscan coches que saben en los que hay gente interesada (los cadillac, por ejemplo, son muy demandados en Suecia. A saber porqué)



Así pues vemos que para convertir nuestra pasión en negocio hace falta:
  • dedicarse en exclusiva
  • no enamorarse de lo que tienes entre manos y venderlo cuanto antes. No valen los sentimentalismos
  • no tener stock ni de piezas caras, ni de coches. A lo mejor alguna llanta o neumático
  • tener taller y herramientas
  • contactos activos y pasivos. Es decir, por un lado, potenciales clientes que te dicen que les gustaría un determinado modelo arreglado o no y por otro lado, vendedores que saben que te quedarías con alguna vieja gloria abandonada en un garaje, granero o solar
  • Pasta, no pensaba mencionarlo porque era obvio , pero de la suma de lo anterior es necesario plasmarlo


Y es aquí, donde hago un alto y dejo una pregunta abierta, que me respondo en parte:

¿Por qué en España nos costaría montar algo así?

1) porque nunca nadie nos financiaría a no ser que consiguiéramos hacer un club de socios fieles que no se retirasen por : estoy en paro, a mi pareja no le gusta lo que hacéis, no estoy de acuerdo, etc

2) porque, al contrario de GB o USA  donde a todo el mundo le parece que haces bien si lo que haces te gusta, el primer comentario de amigos y conocidos sería peyorativo: ¡¡ vaya panda de frikis estáis hechos!! Tengo amigos que aún se ríen recordándome conduciendo mi viejo Chrysler

3) porque el metro cuadrado de un taller/almacén para montar el negocio está por las nubes

4) porque el tapicero/experto en cajas de cambio  al que llevemos a reparar los asientos de un Seat 132 o la transmisión de un Renault 4/4 pretenderá cobrarnos una fortuna, para paliar en parte su propia crisis, ignorando que lo que estará haciendo es no fidelizar a un cliente

5) porque ¿donde están los repuestos de los coches españoles? ¿dónde están las fábricas de chasis para sustituir el de un Chrysler? ¿ dónde están los troqueles para repetir una pieza de un Barreiros? ¿nos los facilitarían sin ser alumnos de una escuela de ingeniería a cambio de nada?

6) porque en España somos cuatro  los románticos que no nos importa ir en nuestras viejas glorias aunque no lleven aire acondicionado, 16 válvulas y dirección asistida.
El resto prefiere dejarse la mitad de su nómina en comprarse un último modelo del Golf (a los hechos me remito, en Alemania el golf más vendido ha sido el equipado con motor gasolina de 1.4 CC y en España nos adeudamos hasta las cejas para conducir un GTI o GTD  que luego pasa el verano en un descampado o solar en la playa)

7) porque los trámites para dar de alta un vehículo sacado de un desguace son un infierno

8) y creo que es la más importante: en España sólo se han empezado a construir coches a partir de los años  60 (seat 600, seat 1430, Renault 5, Renault 12, Citröen) sólo en Cataluña, Vigo, Valladolid, Almusafes al contrario que en USA o GB que en el año 1920 ya montaban Ford T o Morris respectivamente, con lo que la pregunta es ¿qué vamos a restaurar para hacer negocio? ¿cuántos quieren tener un 600 para hacer la compra los sábados? ¿de verdad un 850 tiene y tuvo la calidad suficiente para restaurarlo? ¿Queda algún Citröen GS en funcionamiento o nos olvidamos del modelo y nos dedicamos en exclusiva a los Citröen DS que gustan más en el mercado internacional?

Por favor, opinad, opinad